A los engañadores o enredadores se les llama inteligentes.
A los hombres fieles a su esposa y que cuidan a su familia se les llama mandilones o falderos
A la desnudez se le llama arte.
Al robo en la administración pública se le llama bono o compensación.
A la desvergüenza o la conciencia cauterizada se le llama madurez.
A la mujer virgen se le llama anticuada.
Al que se divorcia por cualquier causa y se vuelve a casar se le llama ejercer su derecho a ser feliz.
A la esposa que se dedica a su familia se le llama víctima oprimida del machismo.
A la carencia de valores absolutos se le llama criterio abierto.
A un ateo que se burla de Dios se le llama intelectual.
Al aborto se le llama libertad para decidir.
A la grosería se le llama franqueza.
Al niño malcriado e irrespetuoso se le llama hiperactivo
A quien devuelve lo robado se le llama tonto.
Al sexo extramarital (fornicación) con condón se le llama hacerlo con responsabilidad.
Al vestirse con ropa de marca se le llama tener éxito.
Al que tiene plata se le llama hombre de buena familia.
A las mentiras se les llama estrategias de venta.
LO TRISTE ES QUE ESTE MODO DE JUZGAR LAS COSAS ESTA HOY TAMBIEN EN MUCHAS IGLESIAS
Al que quiere vivir en santidad le llaman legalista.
Al que quiere seguir a Jesús fielmente le llaman fanático.
Al que se aparta del mundo le llaman religioso.
Al libertinaje le llaman ser libre de la religiosidad.
Al permiso para pecar le llaman estar bajo la gracia.
Al caerse al suelo y temblar le llaman mover de Dios.
Al llenar estadios le llaman avivamiento.
A la alimentación del ego le llaman palabra profética.
Al deseo de poder le llaman tener una visión grande.
Al robo descarado le llaman pactar con Dios.
A los que denuncian el pecado les llaman faltos de amor
A las falsas doctrinas les llaman revelaciones apostólicas.
A lobos rapaces les llaman apóstoles.
A las congregaciones que no hablan en lenguas les llaman apagados sin el Espíritu Santo.
A volver el estómago le llaman vómito santo.
A revolcarse en el suelo y reírse se le llama risa santa
A la metafísica le llaman confesión positiva.
Al orgullo y derroche le llaman hacer las cosas con excelencia ‘para Dios’.
A la gritería y al zapateo le llaman atar los espíritus y echar fuera a Satanás.
A hacerse rico a costa de los cristianos le llaman concierto ‘para la gloria de Dios’.
A cobrar la entrada a una reunión cristiana le llaman gastos de recuperación.
A reprender el pecado y las conductas erradas le llaman falta de misericordia.
Al no querer volver a la iglesia le dicen a allí dan mal testimonio.
A la impunidad eclesiástica le llaman ‘no toquéis al ungido de Jehová’.
Al materialismo le llaman prosperidad divina.
Al show milagrero le llaman manifestación del poder de Dios.
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