Proceso tedioso
Para pintar una casa que está deteriorada, la restauración de las paredes es parte esencial del trabajo, me refiero al trabajo de remover las capas viejas de pintura, abrir las grietas, reparar las humedades, lijar la superficie y aplicar la pasta para sellar las grietas y las imperfecciones. Será necesario hacer este proceso con dedicación y paciencia hasta que las paredes queden en óptimas condiciones para la aplicación de la pintura.
En el apuro de pintar, muchas veces queremos tomar la brocha o el rodillo para darle a la casa una rápida y nueva apariencia, el cambio en el aspecto de la pared será instantáneo. No obstante, cuando no se ha realizado el trabajo previo, lo único que logrará esto es un maquillaje falso y superficial que muy pronto dejara ver la pintura deteriorada a través de las humedades y las grietas que con el tiempo resultaran en un peor deterioro de la casa. La razón por la que no nos gusta el trabajo de preparar la superficie es porque es largo y tedioso.
Pintar una casa así, nos lleva a pensar en los procesos de transformación en la vida espiritual. La restauración del alma es un proceso que requiere de un paciente y largo trabajo, donde primero se debe restaurar el corazón para que todo lo que hagamos sea genuino y verdadero, y no una simple apariencia.
Mateo 23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Ser discípulos de Cristo es un trabajo que requiere de perseverancia, mucha paciencia y honestidad; porque nadie se convierte en discípulo de Cristo en un instante. Es necesario un proceso en el que cada área de la vida es tratada, trabajada y transformada cada día a la luz de los principios de la palabra de Dios, solo así la belleza espiritual será genuina y duradera.
Lo extenso, difícil y doloroso del proceso es probablemente la razón por la cual muchos llamados Cristianos no son verdaderos discípulos del Señor, ellos están esperando ser luz sin ser trasformados, están esperando que un evento produzca en su vida resultados dramáticos en un instante, sin haber pasado por un proceso de transformación.
Nuestras congregaciones están repletas de personas inmaduras que dependen de eventos paraqué sus vidas sean transformadas y para mantener viva su fe.
Esperando que una conferencia o un seminario transforme su vida, pero debemos entender que los eventos no transforman a nadie, solo nos dan información pero nada más.
Lo que transforma es el trabajo constante y dedicado de aquel que camina en fe pacientemente con el Señor, siendo enseñado por la palabra de Dios, aplicándola en su vida diaria hasta que Cristo sea formado en el.
A largo plazo, el fruto de este humilde proceso se verá recompensado en un discípulo transformado y maduro que es capaz de reproducirse en otros.
Debemos tener la certeza que este es el camino, Cristo lo utilizo para formar a los apóstoles, el les dedico tiempo con constancia paciencia y perseverancia, (tres años y medio) solo a si ellos aprendieron de él, fueron transformados y se reprodujeron en otros.
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Juan 15:4
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