Directo a su conciencia

NO HAY DIFERENCIA

Esta bella reflexión de vida,  tal vez en algún momento  nos pueda servir para  orientar  a alguien  que este pensando en decidir de una manera  contraria a la voluntad perfecta de Dios.

Con un bebe en sus brazos, una mujer  muy asustada llegó al consultorio de su ginecólogo:
-Doctor, por favor, ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé solo tiene diez meses y ya estoy embarazada de nuevo.
No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero esperar más entre uno y otro....

El médico le preguntó: -¿Qué quiere que yo haga? -Deseo interrumpir mi embarazo y quiero que me ayude, respondió la mujer.

El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo le dijo: - Creo que tengo un método mejor para solucionar su problema y además, es menos peligroso para usted y su salud.

La mujer sonrió, un poco más tranquila, al pensar que el médico iba  ayudarla.
Pero él siguió hablando y le dijo:

-Mire señora, para que usted no tenga que estar cuidando a dos bebés al mismo tiempo,  complicándose la vida, vamos a matar a este niño que está en sus brazos, así usted tendrá un periodo de descanso hasta que el otro niño  que esta esperando nazca.
Porque si vamos a matar a un niño, no hay diferencia entre matar a uno o al otro.
Y hasta resultará más fácil  matar a éste que usted tiene en sus brazos, ya que así usted no correrá ningún riesgo de quedar estéril, y la muerte del niño que esta en sus brazos será menos traumática  que  la muerte  del   niño  que esta en su vientre, porque al niño que esta en su vientre hay que desmembrarlo.                                                                            La mujer se asustó y dijo: -¡No, doctor! ¡Que horror! ¡Matar a un niño es un crimen!
-Yo también pienso lo mismo, señora, pero me pareció verla tan convencida de hacerlo, que por un momento pensé en ayudarla de la mejor manera.

“El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que su lección surtía efecto y que la mujer había comprendido que no hay diferencia entre matar un niño que ya nació y matar a uno que aunque todavía no ha nacido, está vivo en el seno materno”                                                                                El mandato de Dios es claro                                        <<Exo. 20:17  No mataras.>>

Las razones también son claras

<<Sal 139:13  Porque tú formaste mis entrañas;

Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

14  Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;  Estoy maravillado,

Y mi alma lo sabe muy bien.

15  No fue encubierto de ti mi cuerpo,

Bien que en oculto fui formado,

Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16  Mi embrión vieron tus ojos,

Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

Que fueron luego formadas,

      Sin faltar una de ellas.