Criando a nuestros hijos
Efesios 6:4 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina
e instrucción del Señor.
Pensemos por un momento en la
palabra "Señor" que se encuentra al final del verso. "Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la
disciplina e instrucción del Señor". La palabra Señor, denota
un título de extrema exaltación. En Filipenses 2:9-11 Pablo describe este concepto con claridad "Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre". Por tanto ….Criar nuestros hijos en la
disciplina e instrucción del "Señor" significa enseñarles que debemos
creer en El y obedecer sus mandamientos porque:
Él es el
legítimo Rey del universo
Él
gobierna sobre todo el mundo
Él es el
comandante de todos los ejércitos celestiales y de todos sus soldados
cristianos aquí en la tierra
Él reina
ahora y hasta que ponga a todos sus enemigos debajo de sus pies
Él es
triunfante sobre el pecado, la muerte, el dolor , sobre Satanás y el infierno y
él un día establecerá su reino de
justicia y gozo en la tierra y reinará por siempre y para siempre para la
gloria de su Padre.
Confesar que Jesús es Señor
significa que creemos que él triunfó y triunfará sobre todas las cosas. El no
es Dios de un pueblito pequeño sino del universo entero. El es más poderoso que
Reagan y Gorbachev y Hatcher y Khomeini y Kadafy y todos los demás líderes del mundo juntos. El
vendrá en triunfo, y cuando él venga será tan visible y real como la luz del
sol, solo que el brillo y resplandor de su
perfección y santidad serán infinitamente mayores. Ese día
con el resplandor de su venida
toda la maldad e incredulidad del mundo se terminara, y sus verdaderos
seguidores se regocijaran, jugarán, trabajarán y vivirán felices como los niños
por siempre y para siempre.
Entonces criar nuestros hijos en
la disciplina e instrucción del Señor significa:
Enseñarles que Jesucristo es del Rey y Comandante y
Gobernador de todas las cosas. Es
criarlos en la esperanza del triunfo de
Dios en Cristo. Es criarlos para que encuentren su lugar e identidad en la
causa triunfante del Señor Jesucristo. Es criarlos para que vean todo en
relación al triunfo de Dios en Cristo. Es Criarlos para que sepan que la senda
de pecado es una calle sin salida y de muerte, no importa cuánta gente popular
y famosa se encuentre en ella. Es Criarlos para que sepan y estén seguros que
la causa de la justicia de Cristo al final triunfará, porque Cristo ya dio el golpe decisivo y mortal sobre la cabeza de Satanás
en el viernes santo y la mañana de resurrección.
Nuestro hijos necesitan
abrazar esta gloriosa, única y suficiente esperanza, y nosotros como padres
tenemos que enseñársela para que se arrepientan y la crean de corazón y sean
renacidos de simiente incorruptible por la palabra de Dios que vive y permanece
para siempre. Porque para nosotros es la promesa y para nuestros hijos, para
cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
1Ped 1.23/ Hech 2:39
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