14 de marzo de 2011

Directo a su conciencia

LA VIGA EN EL OJO

“¿Por qué te fijas en la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que llevas en el tuyo?”.
Mateo 7:3

Había una vez, un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada del pueblo. Un día, un joven viajero se le acercó y le preguntó: “yo nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son los habitantes de este pueblo?”.
El anciano le respondió con otra pregunta: “¿cómo eran los habitantes del pueblo  del que vienes?”
El joven contesto:
“Egoístas, envidiosos, prepotentes y malvados. Por eso estoy muy contento de haber salido de allá”.
“Así somos los habitantes de este pueblo”, le respondió el anciano.
¿Y tu como eres? volvió a preguntarle el anciano.
Yo soy una persona  muy buena, no soy egoísta, ni envidioso, ni prepotente, ni malvado. Contesto el joven,  por lo cual este pueblo no es para mi, y se marcho.
Un poco después, otro joven se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta: “No soy de este lugar, ¿cómo son los habitantes de este pueblo?
El anciano, de nuevo, le contestó con la misma pregunta: “¿cómo eran los habitantes del pueblo de dónde vienes?”
«No me atrevo a decir nada malo de ellos, porque me pesa demasiado mi propio pecado!» sin embargo lo que si le puedo decir es que es gente  generosa, hospitalaria, honesta y  no son envidiosos. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.”
“También los habitantes de esta ciudad son así”, respondió el anciano.
¿Y tu como eres? le pregunto el anciano.
En realidad no soy tan bueno, soy poco generoso, poco hospitalario, envidioso y poco honesto, pero a pesar de mis errores tenia muchos amigos que me a dolido mucho tener que dejarlos. Quizás aquí encontrare buenos amigos. Dijo el joven y entro en el pueblo.
Un hombre que había llevado sus animales a tomar agua al pozo y que había escuchado las conversaciones, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano:
“¿cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta que le hicieron estas dos personas?”
“Mira -le respondió el anciano
Cada uno lleva un  universo en su corazón. Quien se dedica a mirar y a juzgar las faltas de los demás y no mira sus propias faltas terminara creyéndose muy bueno, y por tanto ninguna persona podrá ser de su agrado, y al final terminara solo, amargado, y separado de Dios. 

Debemos aprender  cada vez con mayor claridad que la crítica tiene que ver más con lo que hay en el corazón del que critica que con la realidad del criticado. Cuando nos pesa mas el peso de nuestro propio pecado no nos atreveremos a juzgar a los demás. Con humildad miramos a los demás como mas excelentes que nosotros, mirando y valorando   mas sus virtudes que sus faltas.

Mat 7:5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Pro 11:12  El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Canal de Tv

Watch live streaming video from ibsj at livestream.com

Vistas de página la semana pasada