8 de febrero de 2011

Directo a su conciencia

 Creyendo la palabra  de Cristo

 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. “Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada, le contestó Simón. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes.”(Lucas 5:4-5)

Los apóstoles eran hombres acostumbrados al oficio. de la pesca. Durante generaciones se fue trasmitiendo la tradición oral de cómo pescar en el mar de Galilea. Hombres duros que jamás habían ido a una escuela enseñaban a la perfección el arte de encontrar el cardumen o banco de peces.  La comunidad dependía de ello. Si no había pesca, no había comida. Y sin comida, había hambre. Además era su trabajo, y por la pesca obtenían sus ingresos.

Todos sabían muy bien lo bueno que era una pesca grande pero también sabían  lo angustiante y terrible de no pescar nada.

Jesucristo pasaba por la orilla y vio que los hombres regresaban fracasados, con la cabeza gacha y sin esperanza. Se habían esforzado. Habían buscado el cardumen pero no habían encontrado, todo había sido en vano, esa noche no habían pescado nada.
El sol ya salía y no había ni la mas remota  posibilidad de pescar mas. Cuando salía el sol y el agua se calentaba en la superficie  y los peces buscaban la frescura del fondo del lago, y se volvían invisibles. Ese día no había nada en la red, y eso era muy duro para ellos.
Cuando llegaron a la orilla mojados y cabizbajos. El Señor Jesucristo le dijo a Pedro: que le prestara la barca para predicar la palabra a la multitud. Y sentado en la barca les enseñaba.
Y después de haber terminado les dijo boguen mar adentro y Echen la red a la derecha.
Lo que el Señor Jesucristo ordeno les parecía un pedido fuera de lugar, algo ilógico. Este hombre no era pescador, su apariencia  parecía más a la de un carpintero.
¿Qué se estaba creyendo? ¿Se creía con mayor experiencia, para decirles a experimentados pescadores lo que tenían  que hacer? !Era una locura mandarlos de vuelta al mar a pescar. La respuesta un poco enojada de Pedro hubiera sido también la nuestra. “Maestro Estuvimos trabajando muy duro toda la noche y no hallamos nada.” es como si hubiera dicho Estoy cansado y sin dormir, Ya no es momento para insistir. No hay ningún pez allí. No tengo ganas de seguir insistiendo. A demás ya lave las redes y me voy a descansar.
Pero había algo en las  palabras de Cristo, que hizo que Pedro cambiara de  intención.
Juntaron las redes, remaron nuevamente y a desgano tiraron las redes una vez más. La única diferencia fue que esta vez lo hicieron en el nombre de Jesús,  es decir porque Jesús lo mandaba. Y el resultado fue maravillosamente exitoso. Su red se rompía  llena de peces  a tal punto que les toco  traer otra barca,  y ambas fueron llenas a tal punto que se hundían. (Lucas 5: 6-7)
REFLEXIÓN  Muchas veces creemos que ya no hay nada que hacer en ciertas situaciones  de nuestra vida, y esto sucede porque lo hemos intentado en nuestras propias fuerzas, y hemos mirado las cosas desde nuestra óptica, y no desde la óptica de Dios. ¿Estás como los discípulos hoy: fracasado y con ganas de tirar la toalla? ¿Quieres acabar con tu relación matrimonial? ¿Te parece que no creces en tu vida espiritual? ¿Crees que tu esposo y tus hijos nunca cambiaran? Jesucristo vuelve a decirte:  inténtalo de nuevo,  sigue creyendo y orando, aunque te parezca absurdo,  pero ahora hágalo en el nombre y el poder de Jesús , porque la vida cristiana es una vida de fe  y victoria en la persona y la autoridad de Cristo. Porque cuando le creemos a él, veremos la gloria de Dios como la vieron los discípulos cuando tiraron la red en obediencia al Señor, y como la vieron las hermanas de Lázaro  cuando fue resucitado.  (Juan 11: 40) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Canal de Tv

Watch live streaming video from ibsj at livestream.com

Vistas de página la semana pasada